Año 2023, estamos en Invierno, unos 14 grados de máxima así que se utilizó el neopreno de 4.3, una gran inversión hecha durante la pandemia. Este tipo de neopreno conviene comprarlo en verano porque en invierno cuesta conseguirlos. El pronóstico se cumplió con Windy, habia uns 16 nudos al medio dia y mas a la tarde bajó y estuvo espectacular toda la jornada.
Estuve mas de 3 horas en el agua practicando viradas sobre todo, apenas empecé habia mucho viento y el entorno con oleaje me intimidó lo que me agotó muy rapidamente. Habia algo que me estaba afectando y no me parecía que fuese puramente físico sinó que de alguna forma que no me era evidente estaba boicoteandome a mi mismo. Me dí cuenta de que estaba presionandome mucho a mi mismo, a querer mejorar, progresar, avanzar, lograr esas maniobras en el agua. Pero también eso mismo estaba asfixiándome, agotandome muy rapidamente, era una carga demasiado pesada.
Me acordé de mis primeras clases, como lo disfrutaba, sin presiones (salvo el tiempo que tenia que devolver el equipo cuando no era mio). Entonces hablé con otro Windsurfer muy senior, intercambiamos algunas palabras y luego intenté aclarar mis ideas. Estaba pensando en rendirme, volver a casa tras esos primeros 20 minutos que me agitaron muy rapidamente. Pero volví, pero con menos presion, fui a divertirme, a no preocuparme ni por las largas distancias ni por los errores. Volví a hacer pequeños pasos, pequeñas distancias, practicar en el entorno seguro de la cercania a la costa, y caia al agua sin culpa sinó tranquilo de que las condiciones eran excelentes para aprender. Así es que estuve horas y también volví a hacer maniobras mejor.
El peor enemigo es uno mismo (también el aliado claramente), pero cuando algo nos cuesta mucho, notamos un bloqueo, quizás estamos poniendo demasiado peso sobre nuestros hombros. No digo de descuidar las responsabilidades (es más del rio tuve que disparar para buscar a mi hija por un cumpleaños) pero no olvidarnos en el momento de cuando jugábamos de chicos, sin las presiones que muchas veces nos ponemos nosotros mismos. Y repito: sin descuidar las responsabilidades, es el arte de vivir.
